Canción de protesta
A Silvio.
Cayó mortalmente herido de un machetazo en la guitarra
pero aún tuvo tirmpo de sacar su mejor canción de la funda
y disparar con ella contra su asesino
que pareció momentáneamente desconcertado
llevándose los índices a los oídos
y pidiendo a gritos
que apagaran la luz.
(Un libro levemente odioso)